Propuesta finalista en el concurso de la Nit de l’art de Castelló.

 

La erosión creada por las personas al interaccionar con la arquitectura crea el hábitat donde vivimos.

 

Erosionando a su paso la ciudad, las personas moldean la arquitectura, generando con ello nuestro entorno inmediato. Habitar el espacio, haciendo suya la arquitectura que lo habita, fortalece la unión entre la ciudad y el ciudadano.

 

La instalación representa interacción entre el ciudadano y la arquitectura, y dicha representación se lleva a cabo mediante la retícula que vemos en la imagen inferior (imagen 1), formada por cubos (30x30x30 cm), los cuales tiene el papel de simbolizar la arquitectura. Los trazados escenifican la deriva de los ciudadanos a través de la ciudad (imagen 2), el encuentro con los espacios y la interacción con los mismos. Todo ello lleva a una erosión de la arquitectura (imagen 3), la cual define nuestro hábitat.

 

La intervención se plantea ubicar delante de la fachada del Colegio de Arquitectos de Castellón, y estará formada por un total 80 piezas.

 

Características de la instalación:

Equidistancia entre piezas: 0.7 m.
Distancia a fachadas: 1.35 m.
Dimensión instalación: 

Ancho: 3.3m.

Largo: 19,30 m.

Área: 63.69m2.
Dimensión máxima cubos: 30 x 30 x 30 cm.

 

Por Carles Faus Borràs.